sábado, 3 de marzo de 2018

VEN, TOMÉMONOS UN LONCHECITO




Gracias, por venir, en verdad no pensé que aceptarás mi invitación, quiero disculparme por todo lo que ha pasado estos últimos días, en verdad, me he sentido avergonzada, incomoda, por eso te invité para que tomáramos un lonchecito y como sé que te vas a casar con Juan, felicitarte por ello. No te niego que siento un poco de envidia, porque esa pudo haber sido yo, pero tengo que aceptar que fuiste una digna rival, tengo que aceptar que me ganaste. Tienes muchas cualidades eres más alta, eres más esbelta, quizá más blanca, y la genética te hizo rubia, no como a mí con estos pelos negros y encrespados, y  eres guapa, para que negar eso, más guapa que yo, por eso Juan te eligió.

Pero quisiera hacerte algunas preguntas, si es que se puede, créeme que mi deseo no es incomodarte ni fastidiar tu felicidad, pero ¿te veías con Juan mientras él estaba conmigo?... Tu silencio me lo dice todo, porque yo te contaba todo acerca de él, que le gustaba la poesía de Vallejo como a mí, y eso que a ti. la poesía no te gustaba, pero de pronto te volviste tan interesada, que ibas a los mismos recitales que Juan, luego la visita al museo, sabías que cada último domingo del mes iba con él al museo, yo te lo contaba, de pronto me pediste un favor justo ese domingo, ese domingo, donde él te pidió ir, como yo no podía, fuiste con él, dime ¿fue ahí que se enamoraron? ¿se besaron ese domingo? Discúlpame, que te pregunte eso. Solo me dio curiosidad.

Lo de la música fue tu golpe maestro, tus gustos musicales empezaron a cambiar, empezaste a escuchar Bossa Nova, hasta te metiste a un curso intensivo de portugués, siempre fuiste muy talentosa para aprender idiomas, por eso impresionabas tanto a Juan,  por eso que en esa noche del karaoke que te atreviste a cantar delante del público, saliste triunfadora, ganas no me faltaron de lanzarte el micro en la cabeza. Te contaré que esa misma noche, me termino Juan, negó que fuera otra mujer, yo tenía ya mis sospechas por ti, pero no quería creer, que tú, mi mejor amiga, que habíamos vivido cerca y habíamos crecido juntas, me pudieras hacer eso, todas menos tú, Marcela, por eso estuve arisca contigo, me disculpo por eso, pero cuando todo salió a la luz,  no me dolió tanto, prefiero que se case contigo, que con otra o que conmigo, tú lo mereces más que yo, sí que yo, porque por ejemplo no soy buena en la cocina, hice mi mejor esfuerzo para prepararte este rico lonche, pero lo que me preocupa es que haya confundido el azúcar con arsénico.

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